Noemí Vásquez, desde que salió de su natal Puerto Maldonado, a los 4 años, siempre debió luchar contra la adversidad. La poliomielitis le causó una parálisis muscular en sus miembros inferiores, sin embargo, no pudo con su perseverancia. Esta tarde, alcanzó la medalla de bronce en la división -50 kg de Para powerlifting con un Polideportivo de la VIDENA lleno, y comprobó que la dedicación valió la pena.
Noemí vive en Arequipa junto a su mamá Guillermina, su principal motivadora para ser perseverante en esta disciplina. Hoy no pudo estar en la tribuna alentándola, pero todas las dedicatorias fueron para ella. Con lágrimas en los ojos, se acordó de todo el esfuerzo que debieron hacer juntas para cumplir el sueño del podio en los Juegos Parapanamericanos.
“Me siento bendecida por Dios y lloré tanto de la emoción cuando me confirmaron que había ganado la medalla. Valió la pena estos cuatro meses que dejé a mi mamá y a mi hijo en Arequipa para prepararme con todo en Lima. Ella debe estar muy emocionada, porque siempre me alentó a seguir y ayudándome en todo”, indicó Noemí.
Vásquez alcanzó la presea con 40 kilogramos en su primer intento y convenciendo a la evaluación de los jueces. “Este tiempo fue para entrenar mucho la técnica, la preparación psicológica e incluso seguir una dieta minuciosa. Esta última semana sentí una presión tremenda, incluso llegué a estresarme con las indicaciones de la entrenadora, pero me sentí tan apoyada que entré con mucha confianza”, finalizó
