En estos días en los que no se puede salir de casa, podemos aprovechar el tiempo libre para darle un merecido mantenimiento a nuestras zapatillas de running después de tantas salidas a correr, para seguir conservándolas en buen estado. Una buena manera de mantenerlas, es dándoles una lavada a mano, para no arriesgarnos a dañar la tecnología con las que han sido diseñadas.
Diego Neyra, atleta y Frontrunner de ASICS Perú, nos enseñará cuales son los materiales para lavar nuestras zapatillas y cuál es la manera correcta de hacerlo. Para empezar, necesitamos: detergente suave o jabón que se utiliza para el lavado de ropa, una escobilla suave o un cepillo de dientes, una esponja, toallitas de papel y una tina de agua tibia.
Pasos a seguir:
1.- Sacamos los cordones y la plantilla de la zapatilla para lavar todo por separado.
2.- Llenamos una tina mediana con agua y añadimos 1 cucharada de detergente
3.- Con una toallita de papel seca, retiramos los restos de barro y suciedad.
4.- Para limpiar la suela, utilizamos un cepillo suave o un cepillo de dientes mojado en agua tibia con jabón. Luego se enjuaga con una esponja o con toallitas húmedas.
5.- La parte superior de las zapatillas, se lava utilizando una esponja húmeda con jabón y restregando suavemente. Lo ideal es no sumergir las zapatillas en agua.
6.- Para limpiar las plantillas interiores, mezclamos agua con jabón y frotamos bien la superficie con una escobilla, luego retiramos los restos de suciedad o de jabón con una esponja húmeda. No es necesario meter las plantillas en el agua porque la espuma podría dañarlas.
7.- Lavamos los cordones con jabón en el caño.
8.- Por último, dejamos secar las zapatillas al aire con toallitas de papel en el interior. Las toallitas ayudarán a absorber la humedad y mantendrán la forma de las zapatillas mientras se secan.
¿Qué no hacer?
Diego recomienda no meter las zapatillas de running en la lavadora, debido a que la tela y los adhesivos de las zapatillas pueden dañarse si los sumerges en agua. Tampoco utilizar lejía ni productos para la limpieza del hogar para lavar las zapatillas. Y por último, no secarlas en la secadora, cerca de un radiador, ni bajo la luz directa del sol porque el calor hace que pierdan la forma o se rompan. Lo mejor es dejarlas secar al aire libre.