El consumo de las frutas y verduras frescas es ideal para nuestra salud, pero también existen otras maneras de consumirlas y obtener grandes beneficios. En esta nota queremos enseñarte una técnica de la deshidratación que es muy utilizada y trae grandes beneficios.
Deshidratar estos alimentos no es algo complicado, es un proceso que necesita pasar del calor al frío para eliminar la concentración de agua y aunque cambia el sabor y la textura, se puede mantener las propiedades nutricionales.

¿Cuáles son los alimentos que se pueden deshidratar?
Los alimentos que contengan alto porcentaje de agua como: carnes, pescados, hierbas aromáticas o frutas y verduras entre las que tenemos plátano, piña, manzana, melocotón, calabacín, zanahoria, remolacha, tomate, berenjena, entre otros.
¿Cuáles son los pasos para deshidratar verduras?
En esta oportunidad te enseñaremos a deshidratar las frutas y verduras en el horno.
1. Lava las frutas o verduras en su punto óptimo de maduración y sécalas.
2. Puedes pelarlas o dejarles la piel -pero elimina cualquier posible imperfección o parte dañada.
3. Córtalas en rodajas o tiras, siempre del mismo tamaño.
4. Es necesario pasarlas por agua hirviendo unos segundos para desactivar las enzimas que producen la oxidación pero no es imprescindible.
5. Coloca tus verduras o frutas en una bandeja con papel y llévalas al horno. La temperatura deberá estar en 60º (si tu horno no posee una temperatura tan baja, ponlo al mínimo y no cierres del todo la puerta del horno, para que circule el aire y, de paso, ayudemos a que nuestro horno no alcance más temperatura de la deseada.
6. Es necesario que le des vueltas cada 20- 30 minutos hasta que veas que ya están secas. Este proceso puede durar entre 2 a 4 horas.
7. Saca del horno, deja enfriar y consérvalas en recipientes herméticos (botes de vidrio, bolsas de plástico, etc).

¿Cómo puedo usar las frutas o verduras deshidratadas?
Cuando decides deshidratar las verduras y frutas, podrás experimentar del sabor de un snack delicioso, con un sabor más concentrado y una textura crujiente. Te recomendamos realizarlo en casa con los productos que tengas de excedente en la despensa.
Utiliza tus frutos deshidratados en ensaladas, cremas o purés, sopas, guarnición de aves, carnes o pescados, postres, bebidas, etc.